miércoles, 25 de mayo de 2016

Superpoderes

  
Ilustraciones originales de Erik Cohen.

Texto que pertenece a su libro ilustrado:

El pájaro azul.

Que podrán descargar en el siguiente enlace:
http://www.mediafire.com/download/u7qkw0hddxpl5hl/elpajaroazulweb.pdf

 No se lo he dicho a nadie aún. Yo conozco tus poderes. Tu secreto está a salvo conmigo. Sé perfectamente que puedes hacer maravillas con ese don; como adelantarte a mis quehaceres. Cada día que te veo me sonríes y me haces entender que tengo que repetir algo que se me olvida.

  Hoy te he visto perseguirme como si no supiera a dónde voy y que luego tú mismo me dijeras a dónde quiero ir antes de que te lo dijera. Entonces es cuando te miro: 'No es que yo tenga Alzheimer, es que tú puedes ver el futuro'.  Que yo quisiera volver y tú te enfadaras y me dijeras que no es por ahí. Que me permites olvidar a dónde voy, pero nunca de dónde vengo.

Todavía tengo que entender que este dolor es uno para mí y para ti son millones. Que tantas veces te has preguntado cómo no podía recordarlo, como las veces que yo lo he olvidado. El problema es que tú recuerdas todas y cada una de ellas. Siento ser pesada, sabes que cada vez soy mas niña, cada vez soy más pequeña y tú mas mayor. Que conmigo has crecido y yo conmigo decrezco.

Discúlpame si no te entiendo, si no te atiendo, si no te escucho. Ten paciencia conmigo, trátame con amor aunque yo te grite. Por favor, recuérdame. Porque si no lo haces tú, ¿cómo vas a recordármelo a mí?
Sé que no quieres que dejemos de jugar al escondite. Cada vez que yo te escondo algo, tú le pones un lacito de colores y me lo devuelves para que siga jugando. Y no paramos de reírnos cada vez que nos dejo en la calle por dejar dentro con lo que se abren las puertas desde fuera. Tenga ya tantas de esas cerradas en mi cabeza...

Hoy era un día precioso. Odio las mañanas en que toca matemáticas:
Yo no soy de impares. No entenderé nunca eso de que si sumo dos
de ellos me de uno que no lo es. ¿ Y si no  los quiero? En mi vida
no existen los impares. Me enseñaste a atarlo todo para no
perderlo. Ya no hay izquierdo sin derecho, ni un zapato sin
el otro, no existe solo un guante ni tenedores sin cucharas.
No hay plato sin vaso ni lápiz sin goma. Ya no hay días
sin mes, ni hora sin el tiempo. Ya no hay tele sin el
mando ni microondas sin plato. No hay pastilla
azul si no me he tomado esta; y sobretodo no
hay camino de ida, si no hay camino de vuelta.
Ya no soy sin ti.

Hoy era un día precioso. Cuando he
despertado estaban abiertas para
que pudiera entrar la luz. No sé
si has sido tú o he sido yo. No
sé si desperté ayer o ya he
despertado. No sé dónde
está mi vida. No está
aquí encima. ¿Dónde
la he dejado?.
¡Cariño!

Hoy era un día precioso. Mira el cielo
de ese color tan limpio. No sé muy
bien qué es lo que hay allí, si todo 
lo que está, está aquí y allí solo
está vacío. Vacío. ¡Qué
 diversión volver a
llenarlo!

Hoy estabas guapo. He dejado eso y
te he ayudado. No sé jugar con
esto
                                                
 - y ahora, vamos a volver a atrás- 

pero me has obligado.
Y eran esas cosas...
las que deberían
estar aquí. Las
que me hacen
daño,
eran tus...
era yo...
eso.
Era algo.

 -Cada una es más y menos cada vez que le das la vuelta.

  -Son recuerdos. 
-Mi recuerdo eres tú.

Hoy era igual. Voy arrastrándolos hasta donde
haya luz para verlo. Hoy estaba así y creo
que no he sido yo; pero ya entraba la luz.
 Hoy estabas guapo. ¿Qué te hizo
ser así?
Hoy igual.
Sin más.
Hay alguien en casa.
¿Quieres jugar?
Gracias por estar.
Gracias atenderme. 
No falta. 
Gracias. 
Nada.
Tú. 


Por Main Stanich.




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