lunes, 23 de diciembre de 2013

Abismos.

   
    Interpretación de una obra de Pablo Claudio Wegmann:


         Creo que mi alma se está cubriendo de redes de pensamientos. Creo que me hundo y me escondo en mis propios recuerdos y desato la ira de la ingravidez. Esa en la que todo gira en torno a ti hasta que me mareo. Esa en que todo gira hasta que no te veo. Creo que la caída libre dentro de mí puede ser peligrosa, le tengo miedo. No quiero entrar por si acaso,

por si acaso tiemblo.

         Creo en mis agujeros negros. Esos que consumen mis energías para seguir creyendo y para poder salir. Hay algo dentro de mí que se está ahogando, jadeando por algo que no volverá. Que falta. Son mis sombras, son el bucle en el camino que ya no ando. Algo fuerte me está atrapando, entre los miedos y el ayer. Entre el toser mentiras y llorar anhelos.

         Creo en mis arenas movedizas. En el volver a intentarlo. Intentar salir teniendo de agarre la nada, el aire, teniendo por cuerda tu vacío. Y entonces es cuando me coso. Me coso entero de arriba abajo, callando lo que quiero y lo que pienso. Callando lo que nunca te he dicho. Hasta que mis propias costuras no me dejen salir de mí, ni de ti, ni de nada. Hasta que no pueda moverme.

         Solo yo he podido soñar escaleras desde el centro de mi convulsión. Solo yo he soñado la escapada de mi adentro para salir huyendo. Solo yo he construido cada escalón encima de tu recuerdo. Solo yo he pintado la subida a mis afueras cuando no puedo abrir mi capullo desde dentro. Hoy quería volar, pero me has tachado hasta para eso.

Y entonces es cuando me coso.

Me pinto.

Me escribo.

Me dibujo.

Me siento.

Hoy no era yo, ni eras tú; era la línea que comenzaba en ti, que me ha perseguido, me ha conquistado, me ha recreado, me ha vuelto loco, me ha hecho débil, me ha dejado ciego, me ha atrapado… y terminaba en mí.

¿Por qué no te llevaste esa línea contigo? ¿Por qué me dejaste los abismos?

Tengo la fuerza para conseguir que mis grietas, sean las que enreden lo que pienso. Y no lo dejen salir.

Callando, con tiempo.

Por Main Stanich. (Dedicado a Pablo, que ha parado el movimiento :))







domingo, 1 de diciembre de 2013

Mientras dormías…

Mientras dormías, yo despertaba una y otra vez de los mismos sueños.
Mientras dormías, he ido y he vuelto.
Mientras dormías, he resuelto tres ecuaciones mentales y todas daban de resultado cero.
Mientras dormías, he leído uno a uno mis secretos.
Mientras dormías, he vuelto a ellos para vivirlos, y olvidarlos cuando despiertes.
Mientras dormías, me han entrado las angustias, los recuerdos, y he huido.
Mientras dormías, he imaginado otra vida. He vivido en otro sueño.
Mientras dormías, he corrido, he viajado y he observado.
Mientras dormías, he pensado. En la soledad del tiempo.
Mientras dormías, he querido callar el cerebro para que deje de hacerlo. Pero ahí estaba.
Mientras dormías, me han llevado los pensamientos. He crecido entre paredes y la lámpara del techo.
Mientras dormías, he escapado a otro universo.
Mientras dormías, he pisado algún lugar sin ti y sin nuestros recuerdos.
Mientras dormías, me he arrepentido
                                           de haberme ido tan lejos.
Mientras dormías, he ido y he vuelto.
Mientras dormías, te he echado de menos.
Mientras dormías, te he mirado. Te he admirado y te he esperado.
Mientras dormías, te he recordado y no he querido volver a salir huyendo.
Mientras dormías, he querido quedarme.
Mientras dormías. Te he estado queriendo.

Y seguiré ahí para que mi risa, sea lo primero que veas por las mañanas. Y no mis miedos.

Por Main Stanich.