Yo me enamoro de lejos. Tú de cerca.
Creo que me enamoro solo una vez, en realidad me enamoro
todas y cada una de ellas.
El problema es que nunca lo acepto. Tampoco me lo pregunto.
Yo te conquisto el primer mes. Tú a mí a partir de entonces.
Corro, lucho, pierdo y gano. Si hace falta me pego por
conseguirte.
Si no te escribo, me avasallas. Si te avasallo, me evitas.
Tú me hablas de mañana. Yo solo entiendo HOY.
Te tengo subida en el pedestal más grande del mundo en el
que eres mi princesa.
El problema es que no me supone ningún esfuerzo bajarte de
ahí.
A ti te cuesta subirme, tú nunca crees que sea ‘el perfecto’.
Yo siempre creo que ‘me vales’.
Una vez al mes, eres mi suegra.
Yo duermo mientras tú vives.
Crees que las cosas importantes no me afectan. Dame tiempo.
Estás loca de remate. Me encantas.
Sobre nosotros, yo no dudo. Nunca dudo.
Tú siempre me perdonas. Yo nunca creo que hagas nada mal.
Tú siempre quieres que quedemos con amigos. Yo solo quiero
estar contigo.
Si ves un problema, lo obvio y dejo que se te pase.
Yo no me hago preguntas.
Cuando me dices te quiero, esperas que conteste. La verdad
es que estoy reaccionando.
Aunque nunca lo diga, yo siempre haré que lo sepas.
Por Main Stanich
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