domingo, 2 de noviembre de 2014

Para Rubi:













Hoy me he levantado y no podía mover bien las piernas. A lo largo del día he podido comprobar cómo algo en mí fallaba. ¿Y si era yo?
Dicen que el cuerpo avisa de lo que pasa por dentro. Y yo poco a poco me siento débil y no puedo andar. Tengo la maldita sensación de que no tengo fuerzas para correr, para caminar, para seguir. Y entonces te miras por dentro.

¿Qué hace que muevas los dedos del pie?. Las ganas.¿ Y si algún día no los pudieras mover? ¿Y si despertaras hoy y todo fuera distinto a ayer? ¿Y si algo hubiera cambiado?. ¿Y Si todas tus ideas acerca de lo que va a ser mañana, se pudieran cambiar con algo que pasara hoy tan absurdo como que no te puedas mover? ¿A QUÉ TE AFERRAS?

Hoy mi camino era de vuelta. Hoy no existían las opciones ni los atajos. Hoy no había nada. Volver al fondo de mí para ver que algo se paraliza poco a poco. Qué gran sensación la de darte cuenta que has dejado de crecer, y que ahora solo decreces. Que envejeces, que corres hacia atrás. Esa sensación de volver a ti para pensar si realmente todo lo que haces y construyes a día de hoy es realmente lo que querías cuando tus piernas no sabían andar.

Y si lo seguiría siendo si volvieran a pararse.

Me queda tanto por andar. Me queda tanto por pisar, por sentir, por correr. Me queda tanto por ayudar; con mi cabeza, mis manos, mis pies...

Qué hermoso el día que me sentí débil. Llevar toda la vida intentando crecerme en mí para ser algo o alguien, para poder llegar a ser algo o alguien y que algo tan tonto me pueda paralizar. Algo tan absurdo como yo misma. Qué hermoso el día que volví a sentir la humildad en la impotencia de mis piernas. El saber, que soy quien más daño me hago y quien únicamente se puede curar. Las piernas se curan solas.

Y dime cuerpo, ¿por qué no quieres que corra más? ¿Quizá es porque lo estaba haciendo mal?

Puede que sea solo una vez al año, pero es verdad que por un día, pienso en cómo sería mi vida si no fuera como yo quiero que sea. Maldita vida y sus lecciones. Has vuelto a recordarme que tú siempre ganas. Que da igual lo que yo quiera, lo que yo busque, lo que yo sienta...porque una mañana puedes despertar y no poder llegar. LLEGAR.

¿LLEGAR es tan importante?

Deja de exigirte tanto.

Pd: puede que mañana mis piernas no se hayan curado, pero me preocupan mas las cosas de la cabeza, que necesitan silla de ruedas.


Por Main Stanich.

No hay comentarios:

Publicar un comentario